viernes, 28 de agosto de 2015

San Agustín

Obispo de Hipona y doctor de la iglesia (354-430)
Uno de los cuatro doctores más reconocidos de la Iglesia Latina.
Llamado "Doctor de la Gracia". 
Fiesta: 28 de agosto; memoria.
Patrón de los que buscan a Dios, teólogos, imprenta.
Aparece frecuentemente en la iconografía con el corazón ardiendo de amor por Dios. 

"Nos has hecho para ti, Señor,
y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en ti"
"Señor, que todo mi corazón se inflame con amor por ti;
Haz que nada en mi me pertenezca y que no piense en mi;
Que yo queme y sea totalmente consumido en Ti;
Que te ame con todo mi ser, como incendiado por ti"
-
San Agustín, Comentario al salmo 138

Breve
Nació en Tagaste (África) el año 354, hijo de Santa Mónica; después de una juventud desviada doctrinal y moralmente, se convirtió, estando en Milán y el año 387 fue bautizado por el obispo San Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó una vida dedicada al ascetismo, y fue elegido obispo de Hipona. Durante treinta y cuatro años, en que ejerció este ministerio, fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, con los que contribuyó en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana contra los errores doctrinales de su tiempo. Está entre los Padres mas influyentes del Occidente y sus escritos son de gran actualidad. Murió el año 430. Sus restos mortales se veneran en la Basílica de San Pedro (Pavia, Italia)

También nosotros le "encontramos vivo"

Benedicto XVI habla de San Agustín, 16-I-08

Joseph Ratzinger defendió su tesis doctoral sobre San Agustín. Ahora, como papa, habla de él. Recuerda sus últimos días del santo durante la invasión de los bárbaros. El oraba, hacía penitencia, enseñaba y estudiaba.  Todos nos beneficiamos de lo que él nos legó.
«Cuando leo los escritos de san Agustín no tengo la impresión de que sea un hombre muerto hace más o menos mil seiscientos años, sino que lo siento como un hombre de hoy: un amigo, un contemporáneo que me habla, que nos habla con su fe fresca y actual»

El Papa citó su biógrafo, Posidio: «Dejó a la Iglesia un clero muy numeroso, así como monasterios de hombres y de mujeres llenos de personas dedicadas a la continencia y a la obediencia de sus superiores, junto con las bibliotecas que contenían los libros y discursos de él y de otros santos, por los que se conoce cuál ha sido por gracia de Dios su mérito y su grandeza en la Iglesia, y en los cuales los fieles siempre le encuentran vivo». 

Añade el Papa: «Es un juicio al que podemos asociarnos: en sus escritos también nosotros le "encontramos vivo"» 

«En San Agustín que nos habla --me habla a mí en sus escritos--, vemos la actualidad permanente de su fe, de la fe que viene de Cristo, del Verbo Eterno Encarnado, Hijo de Dios e Hijo del hombre»

«Y podemos ver que esta fe no es de ayer, aunque haya sido predicada ayer; es siempre actual, porque realmente Cristo es ayer, hoy y para siempre. Él es el Camino, la Verdad y la Vida»

«De este modo, san Agustín nos anima a confiar en este Cristo siempre vivo y a encontrar así el camino de la vida»

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