viernes, 28 de agosto de 2015

Jueves 27 de Agosto

Santa Mónica

Madre, Viuda


Mónica significa: "dedicada a la oración y a la vida espiritual".

Patrona de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.



LA IGLESIA venera a Santa Mónica, esposa y viuda.
Su único hijo fue San Agustín, doctor de la Iglesia.
Su ejemplo y oraciones por su hijo fueron decisivas.
El mismo San Agustín escribe en sus Confesiones: "Ella me engendró sea con su carne para que viniera a la luz del tiempo, sea con su corazón, para que naciera a la luz de la eternidad" 
Por su parte, San Agustín es la principal fuente sobre la vida de Santa Mónica, en especial sus Confesiones, lib. IX.
Mónica nació en África del Norte, probablemente en Tagaste, a cien kilómetros de Cartago, en el año 332.
Sus padres, que eran cristianos, confiaron la educación de la niña a una institutriz muy estricta.
No les permitía beber agua entre comidas para así enseñarles a dominar sus deseos.
Más tarde Mónica hizo caso omiso de aquel entrenamiento y cuando debía traer vino de la bodega tomaba a escondidas.
Cierto día un esclavo que la había visto beber y con quien Mónica tuvo un altercado, la llamó "borracha".
La joven sintió tal vergüenza, que no volvió a ceder jamás a la tentación.
A lo que parece, desde el día de su bautismo, que tuvo lugar poco después de aquel incidente, llevó una vida ejemplar en todos sentidos.
Cuando llegó a la edad de contraer matrimonio, sus padres la casaron con un ciudadano de Tagaste, llamado Patricio.
Era éste un pagano que no carecía de cualidades, pero era de temperamento muy violento y vida disoluta.
Mónica le perdonó muchas cosas y lo soportó con la paciencia de un carácter fuerte y bien disciplinado.
Por su parte, Patricio, aunque criticaba la piedad de su esposa y su liberalidad para con los pobres, la respetó y, ni en sus peores explosiones de cólera, levantó la mano contra ella.
Mónica explicó su sabiduría sobre la convivencia en el hogar: "Es que cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo me callo.
Y como para pelear se necesitan dos, y yo no acepto la pelea, pues… no peleamos".
Esta fórmula se ha hecho célebre en el mundo y ha servido a millones de mujeres para mantener la paz en casa.
Mónica recomendaba a otras mujeres casadas, que se quejaban de la conducta de sus maridos, que cuidasen de dominar la lengua por ser esta causante en gran parte de los problemas en la casa. 
Mónica, por su parte, con su ejemplo y oraciones, logró convertir al cristianismo, no sólo a su esposo, sino también a su suegra, mujer de carácter difícil, cuya presencia constante en el hogar de su hijo había dificultado aún más la vida de Mónica.

Patricio murió santamente en 371, al año siguiente de su bautismo.  



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