2 de Junio 2024
San Guido de Acqui
Obispo
(1004 -
1070)
Insigne y culto Obispo. Fundador y protector del pueblo
pobre del Piamonte.
En
Acqui, del Piamonte, San Guido, obispo. A la muerte del obispo Durón,
el 15 de enero de 1033, la diócesis de Acqui permaneció vacante por
catorce meses.
A mitad de marzo de 1034, el Capítulo eligió
al fin obispo por unanimidad a Guido, perteneciente a la noble
familia de los condes de Acquesana. La elección resultó «plaudente
populo» (es decir, con aclamación popular).
Pedroca, obispo
de Acqui algunos siglos más tarde, del 1620 al 1631, refiere así
sus orígenes: «Era hijo de nobilísimos y cristianísimos
padres, poseedores de muchos bienes y títulos en Melazzo, donde
nació, posiblemente en el 1004. Huérfano de padre y madre, después
de una diligente y rigurosa educación en familia, marchó a Bolonia
para realizar estudios superiores.»
A su retorno recibió
la ordenación episcopal. Fue consagrado obispo por el metropolita
Eriperto, en una época triste para la Iglesia, en la que cundían la
ignorancia, la inmoralidad y la simonía.
Como fundamento de
su obra pastoral, puso la reforma moral y espiritual del clero
diocesano, comenzando por la reforma litúrgica. A fin de que sus
sacerdotes, no estuvieran tan asfixiados económicamente, con sus
propios bienes auxilió las parroquias existentes, y fundó otras
nuevas. Fue generoso en donaciones, incluso con los monjes, a fin de
facilitar la asistencia espiritual también en el campo.
Fundó
en Acqui, un centro de espiritualidad y formación para la juventud
femenina, y con sus propias expensas, fundó también en 1037, el
monasterio de Santa María de Campis, dotándolo de bienes, para
asegurar la economía de los monjes, a pesar de las graves
dificultades, que causaban los enemigos con sus devastaciones.
Quiso además construir una catedral más grande y
majestuosa, que consiguió con la ayuda del obispo Pedro de Tortona,
y Alberto de Génova. La dedicó a la Virgen Asunta, y la consagró
el 13 de noviembre de 1067.
Dejó, en fin, bienes propios a
la ciudad; y la tradición lo retrata, incluso procurando
personalmente, el grano para el pueblo, en un momento de grave
carestía. Hombre de gran cultura y generosidad, sobresalió en la
reforma jurídica y espiritual de su diócesis.
La comunidad
cristiana de Acqui, se reconoce aun ahora, como la «diócesis de
San Guido», dejando en segundo plano, la memoria del protoobispo
San Maggiorino, personaje históricamente más incierto.
Fuente:
Santi e Beati
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