16 De Mayo de 2024
San Nimatullah Al – Hardini
(1808 -
1858)
Es
el «santo» de Kfifan, en el Líbano. Sacerdote y monje
maronita Nimatullah Al-Hardini («Gracia de Dios «), un hombre de
Dios, pastor de almas y profesor de teología, querido también por
musulmanes y drusos.
Muy atento al mosaico de la comunidad
libanesa, no hacía distinción entre musulmanes, drusos o cristianos
en su misión, nació en Hardine (al norte de Líbano) en 1808, en
una familia de cristianos maronitas con seis hijos. De 1816 a 1822,
frecuentó en Houb, la escuela del monasterio de San Antonio de la
Orden maronita libanesa. A los 20 años, entró como seminarista, en
el Monasterio de San Antonio en Qozhaya, y eligió llamarse
Nimatullah.
Pronunció los votos solemnes, el 14 de noviembre
de 1830.- Tras concluir sus estudios teológicos, fue ordenado
sacerdote en Kfifane, el 25 de diciembre de 1833. Nimatullah
Al-Hardini, fundó en Kifkan, y más tarde en Bhersaf, la escuela
llamada, según la tradición, «Escuela bajo la encina», para
instruir gratuitamente a la juventud.
Sufrió con su pueblo,
las dos guerras civiles de 1840 y 1845, que prepararon los
sangrientos acontecimientos de 1860, cuanto muchos monasterios fueron
incendiados, muchas iglesias fueron devastadas, y numerosos
cristianos maronitas masacrados.
Aquella etapa fue decisiva en
su espiritualidad; la situación civil en Líbano, en general, bajo
el régimen Otomano, fue tan difícil como la de la Iglesia maronita,
y la de su Orden.
Su lema: «El más inteligente, es el
que puede salvar su alma», que no cesó de repetir a sus
hermanos de comunidad. Pasaba días y noches, en adoración
eucarística; gran amante de la Virgen, rezaba incesantemente el
Rosario.
Tenía especial devoción al misterio de la
Inmaculada Concepción –dogma que la Iglesia confirmó en 1854--;
fundó 16 altares consagrados a la Madre de Dios, uno de los cuales,
en el monasterio de Kfifan, fue llamado tras su muerte «Nuestra
Señora de Hardini».
A los 43 años de edad, fue nombrado
por la Santa Sede, Asistente General de la Orden durante tres años,
por su celo en la observancia irreprensible, de las reglas
monásticas. Dos veces más, se le confió esta tarea.
Sin
embargo, por su humildad, rechazó ser nombrado Abad General. En el
ejercicio de su cargo en la Orden, se mantuvo suave en las palabras,
y en el modo de actuar. Residía con otros asistentes del Padre
General, en el monasterio de Nuestra Señora de Tamich, la Casa
General de la Orden, pero no dejó de acercarse, al monasterio de
Kfifan para la enseñanza, para su trabajo de encuadernación,
realizado en espíritu de pobreza, con especial atención a los
manuscritos litúrgicos.
Tras diez días de agonía, murió el
14 de diciembre de 1858, a los 50 años de edad, con un icono de la
Virgen entre sus manos, e invocándola: «Oh, María, os confío
el alma mía».
Sus hermanos de comunidad, percibieron una
luz resplandeciente en su celda, y el perfume que la inundó, durante
varios días. Su causa de beatificación, se presentó en Roma en
1926, junto a la del monje Charbel (canonizado en 1977) y la de Santa
Rafqa, monja libanesa maronita, canonizada en 2001.-Nimatullah
Al-Hardini fue beatificado el 10 de mayo de 1998.
El pueblo de
Nimatullah, es un pueblo que ha vivido siempre en su historia, una
Semana Santa continua. Y para vencer la desesperación, ha seguido el
camino de la esperanza. La canonización de Nimatullah (hoy 16
mayo 2004) es una carta abierta, dirigida al Líbano, que ha sufrido
mucho, y a los libaneses, que tienen necesidad de paz, y a la
martirizada tierra de Oriente Medio
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