1 De Mayo de 2024
San José Obrero
San
José Obrero, el carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad,
proveyó la subsistencia de María y de Jesús, e inició al Hijo de
Dios en los trabajos de los hombres.
Por esta razón, en el
día de hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes
del mundo, todos los obreros cristianos, honran a San José, como
modelo y patrono suyo.
El día 1 de Mayo del año 1955, el Papa
Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero.
Una
fiesta bien distinta, que ha de celebrarse desde el punto de partida,
del amor a Dios, y de ahí pasar a la vigilancia, por la
responsabilidad de todos y de cada uno, al amplísimo y complejo
mundo, de la relación con el prójimo, basada en el amor: desde el
trabajador al empresario, y del trabajo al capital, pasando por poner
de relieve, y bien manifiesta, la dignidad del trabajo -don de Dios-
y del trabajador -imagen de Dios-, los derechos a una vivienda digna,
a formar familia, al salario justo para alimentarla, y a la
asistencia social para atenderla; al ocio, y a practicar la religión
que su conciencia le dicte; además, se recuerda, la responsabilidad
de los sindicatos, para el logro de mejoras sociales de los distintos
grupos, habida cuenta de las exigencias del bien, de toda la
colectividad, y se aviva también la responsabilidad política del
gobernante.
Todo esto incluye ¡y mucho más!, la doctrina
social de la Iglesia, porque se toca al hombre, al que ella debe
anunciar el Evangelio, y llevarle la Salvación; así mantuvo siempre
su voz la Iglesia, y quien tenga voluntad y ojos limpios, lo puede
leer sin tapujos ni retoques en Rerum novarum, Mater et magistra,
Populorum progressio, Laborem exercens, Solicitudo rei socialis,
entre otros documentos.
Dar doctrina, enseñar donde está la
justicia, y señalar los límites de la moral; recordar la prioridad
del hombre sobre el trabajo, el derecho a un puesto en el tajo común,
animar a la revisión de comportamientos abusivos y atentatorios,
contra la dignidad humana, en su cometido para bien de toda la
humanidad; y son principios aplicables al campo y a la industria, al
comercio y a la universidad, a la labor manual y a la alta
investigación científica, es decir, a todo el variadísimo campo,
donde se desarrolle la actividad humana.
Nada más natural,
que fuera el titular de la nueva fiesta cristiana José, esposo de
María, y padre en funciones de Jesús, el trabajador que no lo tuvo
nada fácil, a pesar de la nobilísima misión recibida de Dios para
la Salvación, definitiva y completa de todo hombre; es uno más del
pueblo; el trabajador nato que entendió de carencias, supo de
estrecheses en su familia, y las llevó con dignidad; sufrió
emigración forzada, conoció el cansancio del cuerpo por su
esfuerzo, sacó adelante su responsabilidad familiar; es decir, vivió
como vive cualquier trabajador, y probablemente tuvo dificultades
laborales mayores, que muchos de ellos; se le conoce en su tiempo
como José «el artesano» y a Jesús se le da el nombre
descriptivo de, «el hijo del artesano». Y por si fuera poco,
los designios de Dios, cubrían todo su compromiso.
Esta
fiesta es una honra a Dios, descanso y regocijo. Pues, ánimo.
Honremos a Dios, santificando el trabajo diario, con el que nos
ganamos el pan. Descansemos hoy de la labor, en la medida en que
podamos hacerlo, y disfrutemos la alegría que conlleva, compartir lo
nuestro con los demás.
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